Casos reales Preguntas frecuentes

Los implantes dentales son unas raíces artificiales que se colocan en el hueso mandibular o maxilar, creando una base sólida sobre la que se pueden efectuar tanto restauraciones de dientes individuales, como prótesis parciales o totales y funcionan exactamente igual que nuestros dientes naturales. Los implantes dentales nos permitirán masticar con total comodidad, sonreír y hablar con la misma seguridad que con nuestros propios dientes.

¿Qué tipo de material se utiliza para los implantes dentales?

A lo largo de la historia de la odontología y de la medicina, son muchos los materiales que se han estado utilizando. En la actualidad los más biocompatibles y que se consideran válidos son el titanio puro y el titanio recubierto de hidroxiapatita, y se está investigando el zirconio.

¿Por qué el titanio?

Son innumerables los estudios de los que disponemos hoy en día que demuestran que el titanio es el biomaterial por excelencia, dado su excelente grado de biocompatibilidad con el organismo humano. Además, el titanio se integra con el tejido óseo, produciendo lo que podríamos denominar una soldadura biológica entre el hueso vivo y el titanio.

También sabemos que es el material que mejor responde con el paso de los años. Hay estudios de hace más de 25 años que demuestran cómo las prótesis sobre los implantes de titanio se mantienen estables con el paso del tiempo. Todo esto hace que el titanio sea nuestro material de elección.

¿Qué es la osteointegración?


Se ha podido demostrar científicamente que, en condiciones cuidadosamente controladas, se puede integrar el titanio con el hueso vivo, con un alto grado de predictibilidad y sin inflamación de los tejidos blandos que lo rodean. A esta unión íntima de las células óseas con la superficie del titanio es a lo que se denomina osteointegración. El hueso acepta el titanio como si en realidad formara parte de la estructura del propio organismo, produciendo de esta forma una soldadura biológica y creciendo a su alrededor.

¿Qué finalidad tienen los implantes?

1. Función y estética.
2. Frenar la reabsorción ósea.
3. Disminuir la sobrecarga de las piezas remanentes.

Función y estética

ï  Sustituir las dentaduras removibles (de quita y pon) por dientes fijos, mejorando la función y la estética simultáneamente; o servir de anclaje para este tipo de dentaduras, aumentando de forma muy notable su estabilidad.

ï  Reponer piezas dentarias sin necesidad de tocar los dientes naturales, permitiéndonos masticar con total comodidad, sonreír y hablar con total seguridad.

Frenar la reabsorción ósea

¿Qué es una reabsorción ósea?

Cuando perdemos una pieza dentaria o todas las de la boca, independientemente de la causa que provoque dicha pérdida (caries, enfermedad periodontal, traumatismo…), se inicia un proceso de reabsorción ósea, o para que podamos comprenderlo mejor; de atrofia ósea. La función del hueso maxilar y del mandibular es sustentar las piezas dentarias para permitir la masticación. Cuando éstas se pierden, se inicia un proceso de reabsorción ósea que se ve acelerado en la mayoría de los casos por la presión de las prótesis removibles (quita y pon), produciéndose en algunas ocasiones unas reabsorciones tales que resulta casi imposible el tolerar una prótesis removible tradicional.


Las consecuencias estéticas y funcionales pueden ser dramáticas. Con los implantes no sólo reponemos los dientes que hemos perdido, restaurando la función y la estética, sino que al implantar estas raíces artificiales también podemos frenar e incluso detener la reabsorción ósea. En los maxilares, al recibir nuevamente el estímulo de la masticación, se produce un proceso de osteocondensación u osificación alrededor de los implantes, deteniendo la reabsorción ósea e incluso pudiendo inducir a la formación de hueso alrededor de ellos.

Hoy en día, disponemos de técnicas regenerativas de hueso, que nos resultan en muchos casos de enorme utilidad. Podemos conseguir que crezca el hueso alrededor de los implantes llegando a cubrirlos de forma parcial. A esta técnica se le denomina regeneración ósea guiada (RGO). Con los implantes podemos detener este proceso de reabsorción que tantos problemas funcionales y psicológicos nos puede provocar.

Disminuir la sobrecarga de las piezas remanentes

Una boca es como un edificio. Los dientes son como las columnas que sostienen éste edificio. Si fuéramos quitando columnas, las columnas remanentes tendrían que soportar todo el peso del edificio, pudiendo llegar un momento en el que el techo se viniese abajo. En la boca sucede lo mismo, al ir perdiendo piezas dentarias, las que restan tienen que soportar todas las fuerzas de la masticación, sufriendo una importante sobrecarga y por lo tanto acortando su vida.

Fases de un tratamiento de implantes:

  • Exámen y diagnóstico:
    Exploración:
    – Bucal.
    – Historia clínica
    Estudio radiográfico
    Pruebas complementarias:
    – Modelos de estudio.
    – Encerados diagnósticos.
  • Cirugía:
    – Primera fase quirúrgica.
    – Segunda fase quirúrgica.
  • Elaboración de la prótesis y su colocación.
  • Controles periódicos. Mantenimiento.

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